El Sísifo del futbol mexicano: #Chivas


Pero cuando está a punto de llegar a la cumbre y empezar una nueva era dorada, la maldición que los dioses han impuesto a Vergara, le hacen que tome erróneas decisiones y provoque una espectacular caída.

Víctor López Jaramillo

Imaginen un castigo tan cruel que implique rodar una enorme roca cuesta arriba y antes de llegar a la cumbre, ésta, por su propio peso y la ley de la gravedad, ruede a toda velocidad cuesta abajo y tener que volver a empezar cuesta arriba.

Pues eso es lo que le ha venido pasando a Chivas desde el inicio de la Era Vergara. Se comienza un plan de trabajo, se logra el ascenso, pero el carácter intempestivo e inestable de Vergara, provoca que todo se venga abajo.

El legendario Sísifo, al igual que Vergara, era un hombre astuto y poco escrupuloso que con tal de lograr su cometido, pasaba sobre quien fuera, incluso el mismo Zeus. Por eso, el líder de los dioses le impuso el ya mencionado castigo de empujar infinitamente esa roca.

Y así está Chivas. Cuesta arriba rodando la roca, superando obstáculos. Finales que se pierden en penales, después un título de liga en 2006, un estadio nuevo, una final de Libertadores, jugadores de exportación, superliderato.

Pero cuando está a punto de llegar a la cumbre y empezar una nueva era dorada, la maldición que los dioses han impuesto a Vergara, le hacen que tome erróneas decisiones y provoque una espectacular caída.

Y con la maldición encima, Vergara contrata y despide técnicos si ton ni son. Despide a Westerhoff que había dado forma a las fuerzas básicas y llegó a una final. Corre al Chepo de la Torre que había dado un título. Contrata contra toda lógica a un técnico que no comulga con la filosofía ofensiva de juego de Chivas como Raúl Arias. Eso sin contar el experimento de Azcargorta.

Y cuando se empieza a llegar a la cumbre con José Luis Real, con una final en Libertadores, líder de competencia, formando jugadores, también lo corre del equipo y trae a un símbolo como Quirarte para ser inmolado en el césped artificial del Omnilife.

Sísifo cansado, miraba con melancolía la roca y resignado tenía que volver a empezar

¿Experiencia? No, eso no cuenta para Vergara, lo cual en la maldición de Sísifo tiene una lógica: ¿para que madurar si el destino eterno es caer y caer? Así piensa Vergara y no refuerza al equipo. Lo peor, condena a las jóvenes promesas a no madurar y quedarse en eso, promesas que a punto de llegar a la cumbre, caerán estrepitosamente. Sísifos del futbol.

Sísifo cansado, miraba con melancolía la roca y resignado tenía que volver a empezar. En la afición de Chivas ya estamos cansados y no queremos mirar con resignación como el equipo cae al vacío del último lugar de la tabla general

El Omnilife es un estadio muy bello como para que sirva sólo como escenario vacío del inútil esfuerzo de un equipo rodar cuesta arriba para luego caer espectacularmente al vacío. No más maldición de Sísifo en Chivas.

2 Comentarios

  1. Oh Mitos desgastados del Guadalajar y del América, hermanos enemigos gemelos…
    Los mitos estan desbordados…
    Nuievas realidades, otros símbolos.
    J.
    Q.
    24-I-2012.

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