Cuarta línea de investigación sobre la desaparición del Jefe Diego:
Al cumplirse en la madrugada del 15 de mayo un aniversario de la rendición del Emperador Maximiliano en Querétaro, un grupo de patriotas liberales al verlo deambular por caminos oscuros, por sus barbas, lo confundieron con el alma en pena de Max y decidieron apresarlo.
El velador de su rancho fungió como un nuevo Pedro López que dejó pasar a los liberales trasnochados a su finca.
En estos momentos, Diego-Maximiliano debe de estar detenido en uno de los túneles subterráneos de la ciudad y pronto será juzgado o condenado al paredón en el Cerro de las Campanas. Es probable que en lo que dura su juicio, esté detenido en el Convento de Capuchinas, hoy Museo de la Ciudad.
Antes de que lo fusilen, Diego -Maximiliano dará una moneda de oro a sus ejecutores para que le tiren al corazón y no al rostro.
Con las ínfulas de Cevallos, esta comparación le hubiera encantado… y lo de las monedas, yo estoy segura que entre varios de la red podríamos juntarlas para que no lo devuelvan, digo, en caso de que se harten de él.
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Demasiado sarcasmo para mi gusto, es una persona y no hay parangón histórico entre uno y otro caso. El compadre de Maximiliano era Miguel López, no Pedro.
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Tiene razón, me equivoqué en el nombre del compadre de Max… saludos
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Este asunto está tan retorcido, que hasta mi abuelo tiene su hipótesis. Asegura que mi mamá lo tiene secuestrado (ella trabaja en un pueblo cerca del rancho de Cevallos). Así de absurdo, no es broma, aunque parece, jajajajajajajaja.
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