El primer debate, los primeros rounds


Víctor López Jaramillo

ImagenEl dilema de futbol contra debate quedó conjurado cuando la noche de este domingo finalmente saltaron al foro del WTC los cuatro aspirantes a la Presidencia de la República y, como en juego de ida de una final de campeonato, salieron a estudiarse primero y después a practicar disparos de media cancha, llevando al arquero rival a esforzarse al máximo.

El puntero priista Enrique Peña Nieto, con una clara tendencia al catenaccio, de encerrarse en un juego defensivo, no dejar pasar nada y en un contragolpe aprovechar las debilidades de sus oponentes.

Por su parte, la panista Josefina Vázquez Mota, con la intención de anotar rápido y tratar de emparejar el marcador (encuestas) salió completamente ofensiva pero descuidó la zaga y dejó preguntas sin respuesta que fueron bien aprovechadas por el tricolor.

Por su parte, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, tampoco salió a especular y de inmediato se fue al frente, sin embargo, como muchos equipos de futbol, dominó la media cancha, tocó el balón, pero le faltó concretar ante la meta peñanietista.

La revelación fue Gabriel Quadri del Panal, que ante los ataques entre los otros tres candidatos, se dedicó a hacer su juego y a hablar como si no fuera político y presentarse como una opción verdadera, olvidando mencionar que es candidato del partido de la maestra Elba Esther Gordillo.

ImagenPero quienes verdaderamente lucieron en el debate fueron la moderadora Guadalupe Juárez Hernández –con su eterna sonrisa– y la edecán Julia Orayen, ex playmate de la famosa revista Playboy, quien con su escote le robó el rating al copete de Peña Nieto.

 

Primer tiempo, guerra de cifras

Tras los nervios iniciales y el robo de cámara de Julia Orayen, abren fuego los candidatos. Sin teleprompter ni cartulinas y sólo respaldados de gráficas y fotografías, los candidatos empiezan a mover la bola discursiva en la cancha del debate.

Señalado por la presunta debilidad al improvisar, Peña Nieto intenta responder cada ataque y se da el lujo de contraatacar. Primero aguanta a Josefina y después a AMLO. Lo acusan de incumplir en el Estado de México y de que él es parte de la oligarquía que le ha hecho daño al país, que por ello la televisión lo quiere imponer como Presidente.

Peña Nieto revira tímidamente y dice que las cifras de Josefina están equivocadas y pone énfasis en responder a AMLO al decirle que el propio ex Jefe de Gobierno gastó más que el Gobierno del Edomex en campañas publicitarias. De inmediato AMLO responde al mostrar documentos en donde dice que tan sólo en un año, Peña Nieto gastó más de 600 millones de pesos. EPN desestima las cifras.

En tanto, Quadri, sólo y sin marca, se dedica a hablar de sus propuestas. Y la moderadora a sonreír.

 

Segundo tiempo. Fotografías y el mundo al revés

Ya encanchados, los candidatos deciden sacar todo su arsenal. Que si EPN no cumplió sus compromisos, que si es producto de la televisión, que si es manejado por Salinas, que si es producto de la corrupción priista, a estas alturas el priista ya no siente lo duro sino lo tupido e intenta tímidamente contraatacar, primero a Josefina diciéndole que fue una faltista en la Cámara, que si AMLO tenia por aliados a corruptos como Bejarano y Ponce.

Josefina evade responder. AMLO le revira diciendo que mientras Ponce sigue en la cárcel, el propio Peña Nieto, que fue funcionario con Montiel, ahora es candidato. Y Quadri solito y sin marca en el debate. Y la moderadora sonriendo.

Después viene el momento de la fotografía al revés. Usando la misma táctica que usó contra Diego Fernández en un debate televisivo con López Dóriga en el 2000, AMLO muestra las fotografías de Peña Nieto con Carlos Salinas de Gortari. El detalle es que la muestra al revés, hasta que Quadri se lo dice y el izquierdista ironiza: es el mundo del revés.

Es en esta parte donde el izquierdista saca la frase célebre de la noche, después de mencionar la figura histórica de Santa Anna: no nos dejemos llevar al despeñadero.

 

Tiempo de compensación

Josefina insiste en meterse a la pelea y recuerda el caso de la niña Paulette (asesinada y que apareció debajo de un colchón). Insiste en los compromisos incumplidos de EPN. Éste le revira diciendo que Josefina era una faltista.

Quadri sigue solo y sin marca, hablando de la educación y del Internet como derecho humano. Y la moderadora sonriendo.

Para finalizar, AMLO dice que es necesario un cambio y anuncia que Ebrard, de la Fuente y Cuauhtémoc Cárdenas serían parte de su gabinete.

Un primer debate jugado como un partido de ida de final de campeonato. El puntero a defenderse y los principales perseguidores intentando anotar rápido. Falta un segundo debate, el juego de vuelta, en donde todo puede suceder.

Un comentario

  1. Me gusta la crónica del debate cual partido de fut-bol, sin goles, ni nada espectacular más que el mal gusto del vestido blanco de la porrista-edecán.

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