Escudado en su gente y en su propio estadio, Mauricio Kuri presentó su tercer informe de gobierno, lleno más de autoelogios que de logros. Ya nada de andar paseándose con la playera del América frente a la porra de las Chivas, como justificó la rechifla que recibió. Y ya envalentonado por el aplauso de sus simpatizantes, el gobernador se dio el lujo de retar a sus críticos: “En Querétaro no abucheamos”, dijo, para luego añadir con tono desafiante: “No estamos mancos”. Un mensaje directo a la oposición, a la que recordó que su administración, al menos en palabras, sigue firme.
Sin embargo, la realidad contrasta con ese discurso valiente. Kuri omitió mencionar los verdaderos problemas que han caracterizado su gestión. Por ejemplo, el aumento en las tarifas del agua, una medida que generado descontento. En su informe, el gobernador habló de “continuidad” y de cómo su gobierno no puede aflojar la marcha, pero para los ciudadanos de Escolásticas y los manifestantes de 5 de Febrero, marchar ha significado represión. La respuesta de su administración fue contundente: dispersar con fuerza a quienes se atrevieron a exigir lo que, en teoría, es un derecho básico.
“No estamos mancos”: un mensaje a la oposición
Aun así, al gobernador aún le duele la rechifla de hace menos de dos meses durante la visita presidencial de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum donde la respuesta de sus colaboradores fue culpar a políticos morenistas. Aunque Kuri intenta minimizarla, no pudo evitar traerla a colación. Su enojo quedó expuesto cuando, en vez de hacer un balance de su administración, se enfocó en recordarle a sus críticos que no se dejará intimidar. Una actitud que resulta reveladora de la fragilidad de su liderazgo en un estado que, si bien lo apoya en encuestas, ha mostrado signos de fatiga ante tantas promesas incumplidas.
El silencio sobre el aumento del agua y la represión en las calles
Decisiones erráticas han marcado sus tres años de gobierno. La seguridad, una de sus grandes promesas, sigue siendo un punto débil. En lugar de resultados tangibles, Kuri decidió que la solución era un reemplacamiento para generar ingresos e invertirlos en seguridad pero que resultó impopular, por no decir fallido. Los queretanos pagaron, pero la seguridad no mejoró. Sí, se construyó un nuevo edificio que dicen es una figura de rinoceronte, pero parece mas bien un yunque, con todas las implicaciones políticas que esto acarrea. Mientras tanto, las denuncias de inseguridad y violencia continúan, como lo demuestra el reciente intento de secuestro de un empresario queretano, apenas un día antes de su informe.
5 de Febrero: caos disfrazado de progreso
No todo es seguridad, claro. Kuri se aferró a la megaobra de 5 de Febrero, ese proyecto que vendió como la solución a los problemas de movilidad de la ciudad. Pero, sólo causó caos y malestar. En su informe, agradeció a los ciudadanos por su paciencia, reconociendo de forma velada el desastre que fue su ejecución. Y mientras el tráfico sigue siendo un problema para los queretanos, el gobernador prefiere hablar de “logros históricos” que de las múltiples modestias que la obra ha generado.
Finalmente, en uno de sus pasajes más floridos, el gobernador comparó a Querétaro con un árbol: “Aquí en Querétaro sabemos que nuestro estado es como un árbol, ese que sembramos, que hay que cuidarlo día con día, que nos importa mantener la fortaleza de sus ramas, pero más importante, la profundidad y la vitalidad de sus raíces.” Lástima que mientras el árbol se tambalea, las raíces parecen podrirse con cada crisis autoinfligida que ha enfrentado su gobierno. La renuncia del fiscal Echeverría y los problemas de seguridad no son sino síntomas de un tronco debilitado por las malas decisiones.
Un liderazgo acorralado por sus propios errores
Kuri, más que enfrentarse a una oposición incipiente de izquierda en Querétaro, es su propio gobierno el que lo tiene acorralado. A medida que sus decisiones erráticas se acumulan, el gobernador parece cada vez más aferrado a los sectores conservadores que le aseguran apoyo incondicional. Rodeado de figuras del PAN más tradicionales, Kuri ha optado por refugiarse en un espacio seguro, evitando confrontar las verdaderas demandas de los queretanos. Por algo será.

