El ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra; sin embargo, en la política es un lujo que no se puede dar. Y es un lujo del que ha abusado el gobernador Mauricio Kuri desde que tomó posesión. Va de crisis en crisis, generadas la mayoría de ellas por decisiones que ha tomado él o su gabinete.
Repasemos: unas placas que de inmediato se despintaron; la represión a una protesta por el agua en 5 de Febrero; la mala operación policiaca durante el 5 de marzo de 2022 en el Estadio Corregidora; la pésima planeación de la construcción de Paseo 5 de Febrero, sin concluir; Escolásticas, entre otros.
Para cubrir eso, le apuesta a millones en publicidad, sin tomar en cuenta lo que ha dicho Dick Morris, el asesor político de Bill Clinton. En su libro ‘El nuevo príncipe’, inspirado en Maquiavelo, dice que lo que importa es el mensaje más que el dinero. No importa tener ejército de bots ni el gasto en propaganda; lo que importa es tener un mensaje correcto.
Dice el asesor político: “Es mucho más barato proyectar el mensaje que el carácter. Lograr que alguien coincida con uno cuesta menos que tratar de conseguir gustarle. Como los puntos de vista y las ideas de un candidato resultan más importantes que su personalidad o su carácter, las campañas cuestan menos”. Y remata Dick Morris: “La política no es un proceso mecánico, está dominado por ideas. El dinero no habla. Por cierto. Sin un mensaje, no tiene nada que decir”.
Veámoslo recientemente en el problema de El Batán. Todo se ha resumido en un eslogan vacío, que no transmite nada a la gente.
Sin embargo, quienes cuestionaron desde el inicio, supieron transmitir el mensaje correcto: rechazamos el gasto de 11 mil millones de pesos (o 41 mil millones, porque ni ese mensaje el gobierno supo enviar); no queremos agua de las alcantarillas para consumir en nuestras casas. Ese mensaje fue más poderoso que el promocionado por el gobernador en su proyecto.
Además, también cuenta el liderazgo político y Morris recomienda que el líder debe medir el pulso de cada momento que se vive y adecuar su estilo político. “No tiene que enmudecer su deseo de cambio, modificar sus ideas, sino que debe asegurarse de que su estilo se adecúe al estado de ánimo del público”.
El arte del liderazgo agrega Morris, es una tensión dinámica entre donde piensa un político debe ir un país y donde quieren ir sus gobernados, además que quien gobierna debe mantener un impulso adelantado como para controlar los acontecimientos y mover la política pública sin perder el apoyo ciudadano. La pregunta es ¿El gobernador Kuri hizo esto?
La respuesta es no. Ha perdido el control de la agenda, no prevé escenarios políticos y hoy su gobierno y partido están al borde de una crisis interna y externa por el tema de El Batán y el agua por falta de tacto político.

