Así pasa la gloria…

Víctor López Jaramillo

Sic Transit Gloria Mundi es la frase en latín para expresar que todo poder es efímero. Así pasa la gloria en el mundo sería la traducción al español. La frase llegó a utilizarse durante la coronación de papas, para recordarle su paso temporal.

Finalmente, el reloj político ha marcado las horas finales al gobierno de José Eduardo Calzada Rovirosa que en el ocaso de su sexenio rindió su sexto y último informe de gobierno.

Recordemos que en el viejo régimen, el día del informe era el día del gobernador o presidente. Era su día de fiesta. Era su día de gloria. Con la transición y la alternancia democrática los ánimos de grandilocuencia del ego político se aminoraron, sin embargo, las tentaciones festivas siguieron. Y en vez de un informe de gobierno, tuvimos dos. Uno que aparenta una rendición de cuentas ante el poder legislativo y otro que es un baño de pueblo.

La ceremonia legislativa y el llamado informe popular tuvieron el mismo tinte. Un discurso autocomplaciente. Un discurso donde dibuja un Querétaro de ensueño.

Para muestra una declaración. El gobernador dijo que “Querétaro se esfuerza en ser sinónimo de progreso y prestigio bien ganado por su gente durante muchas décadas. Esa es la conclusión que importa. Cómo entregamos hoy, con respecto a cómo recibimos.

“Yo no puedo ser Juez de mi propia causa. Por ello, dejamos a la ciudadanía el juicio final sobre nuestro mandato. Pero en el contexto simple de la comparación, el esfuerzo de todos los que trabajamos por Querétaro, sociedad y gobierno, nos dice que podemos sentirnos satisfechos”, dijo.

Y, disfrazando los errores con eufemismos, el gobernador dijo que en seguridad se vivieron “momentos difíciles”. En materia de transporte, dijo que éste era “complejo”. Nunca se admitieron los fallos. Desde su punto de vista, no hubo yerros. Lo máximo fue reconocer que se dejan pendientes al siguiente gobierno.

Acto desangelado

Pero el acto popular estuvo un tanto desangelado. No estuvo lleno a reventar. Las camisas rojas no llenaron todos los lugares del auditorio. Parece lógico, si no llenaron las urnas, menos un recinto para un informe.

Las porras fueron escasas. Apenas un puñado gritaron “¡Te queremos Pepe, te queremos!” y el gobernador, como en un acto ensayado previamente, les respondió: yo también los quiero.

Lo emotivo estaba en el video, el cual ya hemos comentado en entregas anteriores. Ese toque de nostalgia de quien deja el poder y deja a su partido sumido en una derrota electoral.

Un videoinforme y un discurso breve, de casi media hora, marcaron la tónica del adiós.

Parecía una fiesta entre amigos, una pasarela de sociales, una tarde en la tribuna de la plaza de toros. Así, rodeado de sus amigos a quienes dedicó parte de su presentación, Calzada hizo su último acto donde es el protagonista.

Cuando la orquesta musical empezó a entonar las primeras notas de Mi Querétaro Lindo, el gobernador bajó del estrado y empezó a despedirse personalmente de los invitados.

¿Cuáles serán las obras por las que será recordado? ¿Cuáles sus fallas? ¿Sobrevivirá al juicio de la historia? ¿Será recordado como el gran impulsor de la economía local? ¿Cómo el gobierno en que empezó a perderse la seguridad? ¿Un constructor? ¿O un simple continuador de la obra de sus antecesores?

¿Llegará a un cargo federal? ¿O, como Cincinato, se dedicará a cultivar su jardín?

A partir de hoy, su imagen irá menguando hasta ser eclipsada por la del gobernador electo Francisco Domínguez Servién. Así transita la gloria en el mundo.