No, no es Elliot Ness ni se le parece de cerquita sino todo lo contrario, pero algo tiene en común con el referido personaje: es intocable y por más errores que cometa, se le mantiene en su puesto pese a que la seguridad y el actuar de la policía capitalina deja cada vez más dudas, nos referimos, claro está al titular de seguridad municipal de Querétaro: Juan Luis Ferrusca Ortiz.
Recordemos que Ferrusca llega a su actual cargo de rebote porque al inicio del trienio de Marcos Aguilar, el seleccionado para ocupar dicho cargo fue el polémico general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, cuyo nombramiento entonces causó extrañeza y sus acciones tampoco lo defendían tanto. Recordemos la propuesta del helicóptero para abatir el crimen, el lamentable festejo a los policías donde nada más les dieron un sándwich y un refresco y la polémica foto donde se ve a oficiales de policía haciéndole las compras del supermercado.
Todo esto en un marco de enfrentamiento de baja intensidad entre el alcalde y el gobernador Francisco Domínguez por el control de la seguridad y el mando único policíaco en todos los municipios. Al final, una protesta policíaca terminó con la gestión del general Rolando Eugenio, recientemente fallecido, por cierto, lo que en términos políticos significó el triunfo del equipo de seguridad del gobernador, encabezado por los hermanos Granados Torres y la imposición de su alfil Juan Luis Ferrusca.
Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas porque la gestión de Ferrusca debuta con un inexplicable y absurdo robo de 70 armas en un módulo de seguridad. ¡A la misma policía le fueron robadas armas!, imagínense que garantías de seguridad pudiera dar con ese primer acontecimiento. Al final de cuentas, se investigó a más de 20 elementos, pero nadie fue a dar a la cárcel. Quizá en otro momento esa sola pifia hubiera bastado para cambiar de nueva cuenta al titular de la seguridad municipal pero no en el mundo panista que, por el contrario, con el cambio de trienio y la asunción de Luis Bernardo Nava, fue ratificado en su cargo.
En fechas recientes, se ha puesto en duda de nueva cuenta la eficiencia del actuar de los elementos policíacos de la capital del estado pues han trascendido videos en donde los policías han sido sometidos o desarmados; lo peor, un detenido logró burlarlos y se robó una patrulla y en su huida chocó y una persona falleció. Evidentemente, esos son indicios de que algo no funciona bien al interior de la seguridad municipal. Por cierto, los reflectores de la brutal riña del 5M en el Corregidora estuvieron sobre las figuras de seguridad estatales, pero recordemos que también fue llamado a comparecer y tiene una recomendación de Derechos Humanos por las omisiones en los lamentables hechos de ese día.
Mientras a nivel estatal ya hubo cambios en seguridad, a nivel municipal Luis Bernardo Nava refrenda su confianza en el actual titular de Seguridad Pública, situación en que pocos ciudadanos coinciden.
Víctor López Jaramillo 