La desesperación es el peor perfume del mundo y esa es la fragancia que la oposición ha escogido para asistir al baile político con la música que le imponen desde Palacio Nacional y las canciones que el presidente Andrés Manuel les dedica en sus mañaneras.
La oposición —esa masa política informe y dispar donde mismo caben priistas, panistas y la pseudo sociedad civil— carece de propuesta política y lo que la une es una mezcla de desprecio, odio y temor al régimen de la autodenominada Cuarta Transformación, pero aun así no quiere quedarse fuera del baile electoral que ya empezó con la gira de la banda de las Corcholatas, alias el Corcholatour.
En política, hace más daño que te ignoren y luego olviden que el odio; por ello, la oposición decidió crear su propio tour llamado Frente Amplio por México para dejar de llorar por los rincones por ser ignorada.
Pero, la desesperación es mala consejera y hace tomar decisiones precipitadas. Ante el hit que hizo Xóchitl Gálvez, exvendedora de gelatinas y actual senadora que a veces usa una botarga, al no ser recibida en Palacio Nacional, se le ungió como la elegida para salvar al pueblo mexicano. Críticos del mesianismo obradorista escogieron su propia mesías: la Reina Xóchitl.
Inflada mediáticamente más que la selección nacional de futbol, algunos la ven como la opción real para dar pelea en los comicios del año entrante, ha despertado la ilusión de algunos desprevenidos que le inventan virtudes y hasta una narrativa cercana al pueblo, ese mismo que votó por López Obrador hace 5 años.
Y se regocijan porque AMLO le dedica espacios a defenestrarla desde su tribuna mediática de las mañanas. Confían que a cada ataque su precandidata crecerá. Dicen que el presidente tiene miedo y por eso la ataca. Que en la 4T están nerviosos ante lo que ellos llaman tsunami político pero que en realidad no llega ni a ola de alta mar.
La desesperación te hace leer mal la realidad y tomar malas decisiones. No se dan cuenta que si desde el púlpito de Palacio Nacional enfocan las baterías contra Xóchitl Gálvez no es porque haya temor sino porque ante el desgaste interno que ha significado el Corcholatour es necesario hacer creer que hay un enemigo externo fuerte y enfocar las baterías contra ésta y así quitar un poco la presión mediática para pasársela a la oposición.
Así la 4T gana tres cosas:
- refuerza la unidad interna ante un enemigo externo,
- despresuriza la atención sobre sus corcholatas y sus yerros se ven minimizados y
- comienzan a desgastar a cualquier posible rival antes del inicio del proceso electoral.
Y, finalmente, no toda la oposición está con la Reina Xóchitl, allí están alzando la mano Enrique de la Madrid y el local Ignacio Loyola Vera. El primero lleva tiempo promoviéndose y el segundo siempre da sorpresas de última hora, como en el 97. No los descarten.
Víctor López Jaramillo 