La comezón del cuarto año


20120801-011027.jpg Víctor López Jaramillo

Henchido el pecho de orgullo, José Calzada Rovirosa rindió su Tercer Informe de Gobierno. En su día de gloria hasta se dio el lujo hasta de usar su informe para gritar loas a Enrique Peña Nieto, Presidente electo en stand by.
Todo era fiesta. La fiesta roja. La fiesta del regreso triunfal. El priismo cuenta las horas para recuperar México, según dicen. Dinosaurs are back.
¿Acarreados? No ¿Cómo creen?, como diría el filósofo del priismo José López Portillo, quien lamentablemente también fue Presidente de la República: “no son acarreados, son transportados“. Y así, Soluciones los transportó desde diversas partes del estado y les dio su barbacoíta para que no pasaran hambre.
El gobernador se muestra tolerante, receptivo a la crítica pero su Alzheimer político le impide recordar que el transporte público es uno de sus principales pendientes.
¿Su discurso?, triunfalista, como mandan los cánones priistas. Todo aplausos. Todo elogios. Y si alguien osaba romper con la armonía del triunfalismo, era sacado del auditorio, tal como le pasó a la comisionada del PT, Alicia Colchado. ¿Y el respeto a la crítica? ¡Viva la Pax priista!
Pero lo más destacado del informe de Calzada fue la Megamarcha contra el resultado de la elección presidencial. Más de dos mil personas marchando por avenida Constituyentes y protestando afuera del recinto del informe es un hecho histórico. La fiesta se echaba a perder.
Adentro el gobernador echándole porras a Peña Nieto y afuera dos mil personas protestando por la “imposición”. Adentro, se aplaudía a Peña Nieto como Presidente electo, afuera los jóvenes gritaban “México sin PRI, México sin PRI”. Y sin embargo algo se mueve en la ex levítica ciudad llamada Querétaro. Eppur si muove.
Dentro de la tradición política priista, hay una historia atribuida a Adolfo López Mateos (Presidente de 1958-1964) y que Enrique Krauze cita en su libro La Presidencia Imperial, la cual transcribo: “Durante el primer año la gente te trata como dios y la rechazas con desprecio; en el segundo te trata como Dios y no le haces caso; en el tercero te trata como Dios y lo toleras con incredulidad; en el cuarto te trata como Dios y comienzas a tomarlo en serio; en el quinto te trata como Dios y no sólo lo crees: lo eres”.
A Calzada lo han tratado como un “santo laico” (como reza la jerga política básica priista) sus colaboradores, medios comerciales, incluso hasta parte de la “leal oposición”. Aun hoy el gobernador habla de tolerancia y diálogo. Pero viene el cuarto año de gobierno, ese donde empezará a tomarse en serio su papel del dios de la política local, que tanto le atribuyen sus cercanos. Es probable que se repita ese chiste del folclor priista: “–¿Qué horas son? –Las que usted ordene señor gobernador”.
De manera sana, la Megamarcha versión Querétaro en pleno día de su informe le vino a recordar, tal y como lo hacían los romanos en los desfiles del Triunfo, que no es un dios, que es un humano y que su paso por el poder es transitorio. Que viene el cuarto año del endiosamiento pero siempre habrá alguien que le recordará lo transitorio del poder. Sic transit gloria mundi, debe recordar.

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2 Comentarios

  1. Se acabó desde hace rato el día del Señorpresidente pero no el día del Señorgobernador aquí en Querétaro. ¿Cómo terminar con él? Ese es el punto. Atentamente. JF. Qro. Qro. 2-VIII-2012.

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