Cinco de Mayo, una película descafeinada (y desjuarizada) #CincodeMayo


Película desjuarizada
Película desjuarizada

Víctor López Jaramillo

Van mis reflexiones sobre la película:

1) No podemos pedirle a una película que sea una clase de historia. Sin embargo, tenemos que exigirle fidelidad histórica, aunque se tomen «pequeñas licencias» literarias.

2) Las películas basadas en hechos históricos siempre han tenido una función propagandística, convencernos de lo heroico del pasado. Convertir todo en historia de bronce. Clásico ejemplo de ello son las distintas versiones de El Álamo. Texanos o no, muchos después de ver la película salen gritando ¡Viva El Álamo!

3) En la industria cultural cinematográfica mexicana tenemos un serio déficit de películas históricas. La fiebre del Bicentenario avivó la llama pero no llegó a hoguera.

Hubo un tiempo que había telenovelas históricas. Hoy no hay nada.

4) en un país amnésico como México, siempre se agradecen películas que toquen fibras sensibles del pasado, como la de Hidalgo, protagonizada por Demian Bichir y por la bella Ana de la Reguera.

5) Bajo esta lógica, siempre es refrescante una película como la de Cinco de mayo, la Batalla. Sin embargo, no es una gran película. Tampoco es pésima. Es mediocre. Quizá porqué Televisa tuvo que ver en ella y omitió elementos claves en el discurso.

6) A la historia siempre se le ha dado un uso político. Ya sea para justificar acciones políticas del presente o para desdeñarlas.

Así, es evidente el interés por Televisa de eliminar todo rasgo juarista en la película. ¿Por qué? Porque Andrés Manuel López Obrador ha tomado a Juárez como metáfora histórica y usado su discurso político en contra de los gobernantes neoliberales (a los que compara con los conservadores del siglo XIX que entregan la patria a los extranjeros).

7) Por ello, quizá, Juárez aparece poco, pese a ser uno de los artífices de la defensa contra la invasión extranjera. Sin embargo, tampoco el peso de la trama cae sobre Zaragoza ni Díaz. En la película hay un vacío de protagonista por querer eliminar a uno de los verdaderos protagonistas: Juárez.

8) Kuno Becker fue la peor selección que pudo haber hecho Televisa para encarnar a Zaragoza. No brilla. No demuestra dotes histriónicas. Es un cero a la izquierda en la película.

El romance que surge en la trama carece de fuerza. Aunque muestra la contradicción de quienes tienen miedo y quieren abandonar la lucha, pero tampoco hay una representación del decir del pueblo en la lucha.

9) Para el olvido: el discurso cursi de Zaragoza dicho por Becker. En resumen: no más derrotas porque tenemos que terminar con lo acomplejado del mexicano que se achicopala ante el extranjero. Todo bajo la línea discursiva que viene manejando Televisa cuando habla de la selección nacional de fútbol: “¡vamos muchachos! ¡Sí se puede!”. El error: confundir al ejército juarista con la selección de fútbol y dar un discurso como si fueran a jugar ante Francia en Sudáfrica 2010. Estoy seguro que Aguirre, el Chepo o Lapuente dan mejores discursos motivacionales en el vestidor antes de salir a jugar.

Epic fail para el guionista que mostró poca calidad literaria. Quizá se confundió y pensó que escribía el guion de una telenovela de las 7 de la tarde en vez de una película histórica.

10) En su afán de la eliminación del discurso juarista, faltaron frases célebres (bajo la debida licencia histórico-literaria) como la de «no le han quitado una pluma a nuestro gallo» para ejemplificar que no se iban a rendir (pero como AMLO la ha usado recientemente, Televisa nunca la iba a incluir) o la de “Los valientes no asesinan” (de Guillermo Prieto en la Guerra de Reforma) que pudo ser usada cuando los mexicanos magnánimos perdonan a prisioneros franceses.

11) Si mencionamos la pésima caracterización de Zaragoza por Becker, es peor la del general francés, el conde de Lorencez.  Típico malo de película hollywoodense o videojuego: Rubio maldito con cabello largo y pose burlona. Una caricatura digna de aparecer como villano de Mazinger Z. Cae en el ridículo y le resta credibilidad.

Y sobre Zaragoza, estoy seguro que mi colega El Tocho (alias José Luis Álvarez Hidalgo) hubiera interpretado con más carácter al general triunfador.

12) Al final de cuentas, se agradecen todos los esfuerzos por mantener viva la memoria histórica, pero es lamentable la baja calidad de éstos. Evidentemente Televisa ha hecho tantas telenovelas que no sabe hacer películas.

13) Sobre la Batalla de Puebla (así es como la conocemos los mexicanos, no como Cincouuuu de Maiouuu como dicen los gringos) prefiero esta película de Pedro Infante (aunque tiene muchos errores históricos):

3 Comentarios

  1. Contrapunteando, ahí te van mis reflexiones sobre la película:
    1) Ciertamente el tiempo que dura una película no da para mucho, algo enseña acerca de la historia de un lugar; pero, ciertamente, debe observar un riguroso apego a la realidad histórica, en lo posible, pues la historia misma reviste mucho matices.
    2) Aunque ciertamente las películas históricas cumplen una suerte de función propagandística, su parte más rescatable es justamente la de tratar de convencernos de lo heroico del pasado y convertir precisamente un hecho, en historia de bronce. Nos urge contar con historias de bronce que nos acerquen a sentir algo de orgullo por nuestro pasado.
    3) El cine en México es ciertamente muy pobre, es mayos su producción telenovelera, pero de eso a nada, prefiero lo poco que pueda existir. No se produce más cine histórico porque a pocos parece importarles el pasado de nuestro país. De ahí que el formato telenovelero sea el más fecundo, una realidad de la triste aportación cultural a la formación de los ciudadanos por parte de Televisa, ciudadanos telenoveleros.
    4) Comparto la idea de que películas o telenovelas, deben de desacralizar, es bueno contar con una historia de bronce, pero construida luego de conocer que nuestros héroes fueron personas de carne y hueso como cualquier otra, en efecto, un buen ejemplo lo es la película de Hidalgo, protagonizada por Demian Bichir y por la bella Ana de la Reguera, que retrata con mayor certeza, los gustos y las debilidades de Hidalgo por el juego, un buen vino y las mujeres desde luego.
    5) Películas como la del 5 de mayo, pueden no ser una gran película, no fue reforzada por una historia que hiciera más digerible el hecho principal, pero retrata un hecho y aunque Televisa es ampliamente criticada (y también me cae gorda), debe reconocerse que nadie más se anima a invertir en éste tipo de proyectos.
    6) No alcanzo a percibir que tipo de acciones de hoy día pueda justificar la película 5 de mayo, como no sea que los poblanos hoy festejen la fecha cuando en la realidad se salvaron de ser quemados por Zaragoza justo por su falta de lealtad a México y por su marcado antipatriotismo en aquellos tiempos.
    Por otra parte, celebro que se haya eliminado todo rasgo juarista en la película, siempre he pensado que todos, incluyendo Andrés Manuel López Obrador, han sobredimensionado la figura de Juárez, no fue ni todo lo honesto, ni todo lo demócrata, ni todo lo medianamente austero y republicano que se le suele atribuir, es más, por momentos, fue su propio empecinamiento lo que estuvo a punto de llevar a México al borde como país. (ahora no faltarán quienes digan “de seguro éste solo leyó a Francisco Bulnes”!!!!)
    7) Si algo omitió la película, fue hacer énfasis, en el espirítu patriota de militares como el conservador Miguel Negrete, que prefirió tener patria antes que partido, los esfuerzos de Antonio Álvarez, de Félipe Berriozabal, de los tres Juanes y que faltó atribuirle más mérito al propio Porfirio Díaz y muchos nombres más que figuran como los héroes “anónimos”.
    8) Coincido, Kuno Becker no fue la mejor elección para interpretar a Zaragoza, en efecto, le faltó “conectar” y si, le hizo falta hacer brillar más a uno de los protagonistas del hecho, Ignacio Zaragoza.
    Lo único que salva al romance de la película, es que no se trató de un par de indios “bonitos”, la bonita apenas si apareció unos segundo al interpretar la hermosa Ximena González Rubio a la moribunda (pero bonita) esposa de Zaragoza. Hay que, que efectivamente, el pueblo nunca se volcó a apoyar al “patriota” Juárez en la lucha contra la Intervención y que por ello ciertamente tuvo que recurrir a las levas forzosas, reflejo de la época también hay que señalarlo.
    9) El discurso si, fue una mala adaptación de un momento en el que no generó, ni entre los actores, la chispa que se requería para la escena por lo menos, como en otro par de momentos, Zaragoza en el caballo, me recordó más a William Wallace antes del discurso que dio antes de iniciar la batalla del Puente de Stirling arengando a los escoceses.
    10) También, la personificación del conde de Lorencez, me trajo a la memoria al malo de las películas de El Zorro de Antonio Banderas, en efecto, el típico malo de película hollywoodense rubio y de cabello largo, con pose burlona y con el final esperado, aunque creo que personificó bien, para entenderlo mejor, la soberbia del francés invasor, faltó quizá, pero no era el objetivo de la película, señalar que la derrota de Lorencez, lo marcó de por vida.
    11) Y coincido también, en que lo más rescatable del intento, es la idea y el esfuerzo por mantener viva la memoria histórica, pero, aunque pueda ser lamentable la baja calidad de éstos, prefiero esto a la nada. Evidentemente Televisa ha hecho tantas telenovelas que no sabe hacer películas, aunque las telenovelas históricas, le salen bien a televisa, insisto, es la formación telenovelera del grueso de nuestra ciudadanía, producto de la aportación para la formación de “ciudadanos hommo videns” que en nuestro país ha hecho ésta televisora.
    12) Finalmente, sobre cualquier hecho histórico, prefiero todas las versiones, sean ya telenovelas o películas, me parece que nos urge, saber admirar momentos, acciones y los esfuerzos de personajes a quienes correspondió vivir momentos en los que quizá, cualquiera de nosotros no habríamos reaccionado con la entereza y el valor con el que ellos lo hicieron.
    13) Malas puntadas, el catalejo de Lorencez más grande que el de Juan Nepomuceno Almonte, como ocurrió en alguna de las películas de la zaga de Jack Sparrow y dos màs, el viejito tomando mezcal antes de la batalla, que retrata al mexicano borrachín que dicen que somos y la que más me dolió, hacer ver a los mexicanos como rateros cuando los franceses alegaban que les habían robado las medallas y condecoraciones.
    Y quizá la imprecisión más imperdonable, cuando al final, refieren que Zaragoza muere cinco meses después, cuando siendo precisos, el general falleció 4 meses y tres días después de su gloriosa batalla.
    Al final de cuentas mi estimado y revisando las barbaridades que he escrito, me parece que fueron más las coincidencias que las diferencias, acaso en la forma de ver las cosas es la única variación.
    Pero, como mucha gente no lee ni conoce siquiera la historia oficial, me conformo con éste tipo de esfuerzos para que al menos, de ésta manera, tengan acceso a esos pequeños fragmentos de la historia respecto de la cual, únicamente debemos de sentirnos orgullosos.
    Personalmente por ejemplo, denosto mucho a Juárez, pero celebro que en esos momentos haya vivido alguien como él, con ese tezón autoritario que le caracterizó y a quién si la muerte no lo sorprende, igual se habría convertido en dictador, no olvidemos que duró 14 años en el poder, pero bueno, tuvo sus aportes para la conformación de un México diferente.
    Finalmente, agregar, que estimo que cualquier esfuerzo aporta al hecho de formar ciudadanos orgullosos de su país y de su historia, tratando en lo posible, de hacer que se interesen por conocer más acerca de ella, me duele mucho pensar que podamos ser un país que no se sienta orgulloso de algunos de los pasajes más gloriosos de su historia, del comportamiento en esos momentos de sus hombres y mujeres y si para ello es preciso a veces fantasear con una historia broncínea, pues que así sea, todo con tal de generar una identidad y amor por o nuestro.

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