Dos acontecimientos con escasa diferencia de días han sacudido la política queretana y ambos están marcados por la sospecha de la corrupción.
En el primer acto, el pasado jueves, la Fiscalía queretana informó que se habían detenido a tres funcionarios municipales de Colón; poco después trascendió que uno de ellos era el mismísimo alcalde Alejandro Ochoa Valencia y que se le imputaba un daño al erario estimado en 40 de millones de pesos.
Así, el polémico alcalde, señalado por agredir a periodistas, entre otros escándalos; pisaría la cárcel en lo que constituye un hecho histórico en la política local al ser que un alcalde en funciones pise la cárcel en pleno periodo de su mandato.
Ochoa, de estirpe priista abandona su partido al no recibir la candidatura y busca cobijo en Acción Nacional y pese a los escándalos de los que fue protagonista, se reelige como alcalde, aunque para entonces ya la relación con la cúpula estatal panista estaba tensa para finalmente romperse.
Colón, uno de los municipios con potencial enorme de crecimiento gracias al aeropuerto que está en su demarcación y la llegada de industria aeronáutica, se muestra como punto clave en el desarrollo del estado; por eso llamó la atención que creciera la escalada de desencuentros entre la cúpula panista estatal y Alejandro Ochoa. Primero con la revelación de Ochoa que Diego Fernández de Cevallos, uno de los prohombres del panismo no solo queretano sino nacional, tenía un enorme adeudo de predial; después, la rebatinga por el adeudo del predial del aeropuerto internacional, el cual tendría que pagar el gobierno estatal.
En política lo que parece, es; y la detención de Alejandro Ochoa parece a primera vista una respuesta del gobierno estatal ante el desafío que habría presentado Ochoa, quien hasta el momento no ha enseñado todas sus cartas, si es que tales existen.
Sin embargo, cuatro días después la política estatal vuelve a cimbrarse por un meteorito de impacto nacional en donde el gobernador Francisco Domínguez ha sido señalado como actor de reparto y ahora amenaza con volverse protagónico.
Un video que comenzó a circular este lunes muestra a su secretario privado Guillermo Gutiérrez Badillo recibiendo fajos de billetes de 500 y 200 pesos, contarlos y luego guardarlos en una maleta. Incluso, en cierto momento en el video se escucha un cuestionamiento de si son 17 o 18 millones los que les están entregando.
El gobernador decidió desconocer a su secretario privado quien pasó de ser Memo a «esta persona» según se desprende de la respuesta de Domínguez en Twitter donde cesa de su cargo a su funcionario y dice que nunca ha cometido un acto ilícito y que se pone a disposición de las autoridades para colaborar en este caso y cualquier otro. El desenlace de ambos casos aún está lejos. Los impactos en la política local se dejarán sentir los próximos días.