Deslucidas, sin brillo ni grandes propuestas arrancaron las campañas de una elección que es cosa de dos contendientes: Kuri contra Maya; PAN contra Morena. Los demás candidatos aspiran a no perder el registro y el PRI se juega su supervivencia como organismo político.
Si fuera pelea de box por el campeonato, podríamos decir que estamos en el primer round de estudio y los pugilistas aun no muestran sus cartas ni cual será su estrategia de largo plazo.
Y Mauricio Kuri, al ser el campeón defensor, es al que menos le conviene entrar en una pelea de toma y daca contra su única rival al frente que es Celia Maya, de Morena, dado que las encuestas le otorgan amplia ventaja.
Por ello, al mas puro estilo de Floyd Mayweather Jr., no se va a enganchar y va a correr por el ring tratando de cansar a su rival y eludir cualquier situación de peligro que le haga disminuir su cómoda ventaja que hasta ahora muestran las encuestas.
Es por ello comprensible su petición de firmar un “pacto de civilidad” para que no se le cuestione ni con el trino de un tweet o un post de Facebook porque en realidad no tiene estrategia para enfrentar un debate de ideas con su rival.
Kuri aprovecha que Querétaro es uno de los estados donde mas se muestra rechazo al presidente López Obrador y en eso basa su campaña de contraponer discursivamente los resultados del gobierno federal, los cuales siempre expone como un desastre y los contrasta con los del gobierno panista estatal, el cual siempre dibuja como un paraíso.
Para Kuri, estos dos meses de campaña son un trámite engorroso que ya quisiera que terminara y por eso estará a la defensiva estos meses, corriendo en el ring como Mayweather Jr.
En la otra esquina, la retadora Celia Maya de Morena ha mostrado falta de punch. Al ser la retadora, tiene que ir con todo al frente. En las peleas de campeonato, el empate siempre favorece al campeón defensor; y si no me creen, vean hace tres años el duelo capitalino Nava-Ríos, donde al exfutbolista le faltó fuerza para noquear al campeón PAN.
A Maya le hace falta una relectura de la realidad política local y entender que Querétaro es mayoritariamente antiAMLO, por ello debe de despegar su imagen del presidente y generar una propia, generar una identidad como no la ha generado en las anteriores campañas a gobernadora y senadora. Ese es su reto si quiere ser una digna peleadora en la lucha por la gubernatura, por ello, le urge reinventarse y convertirse en una opción plausible para los queretano que rechazan los excesos del PAN pero desconfían mas de López Obrador.
El blog de Víctor López Jaramillo 