Víctor López Jaramillo
Ya en la recta final del año, conviene hacer una pausa para recapitular lo más importante que ha sucedido en estos 12 meses que han marcado la agenda política en Querétaro. ¿Cuál es el hecho que ha marcado el año? ¿Qué acontecimiento adjetivará el 2014?
Si el 2013 fue el año en que el con Red Q el sistema de transporte queretano colapsó, ¿cómo será recordado el 2014? ¿El año en que el Tren Rápido que se ralentizó? ¿El año de los audioescándalos? ¿El año en que mil obras se ahogaron en las inundaciones? ¿El año de las desapariciones? ¿El año en que se cayó el mito del Querétaro en donde no pasa nada?
Empecemos a desglosar por partes para que usted, lector, decida cuál es el acontecimiento que define este año.
2014, como todos los años, empezó cargado de nuevos bríos y propósitos. Desde el gobierno estatal la apuesta era clara. Que el 2014 fuera el año de la consagración del proyecto calzadista, en donde los indicadores de crecimiento económico estatal destacaran, y junto con la etiqueta de un estado seguro, formaran un binomio cuyo brillo trascendería más allá de los limites estatales y tuviera a Querétaro como ejemplo nacional e internacional. Esto a la par de posicionar a su delfín tricolor en la opinión pública para que, en el 2015, el triunfo priista estuviera asegurado.
El hilo de esta narrativa política de ensueño está claramente delineada en el video promocional bilingüe “Believe in Querétaro”, disponible en el portal de vídeos YouTube y reforzado por las bardas y anuncios que el PRI ha escrito por toda la ciudad, donde dicen que hay que construir al mejor Querétaro de la historia y otros mensajes que parecen sacados de un manual de superación personal.
Sin embargo, como sucede con los propósitos de año nuevo, la carcoma de los pasos de los meses fue derrumbando el plan inicial y no todo salió como se había planeado.
Primero, el lastre de Red Q siguió dañando la imagen de ensueño del gobierno estatal sin que hubiera una respuesta efectiva por parte del éste. Simplemente dejaron que el problema siguiera allí, latente, apostándole al olvido. Sin embargo, no es un asunto menor. En una ciudad que crece a pasos acelerados, en donde las vialidades resultan insuficientes, un transporte público obsoleto es el último clavo en el ataúd de la movilidad urbana.
Sin embargo, quizá eso no sea lo más destacado del año si lo comparamos con la magnitud de las inundaciones que azotaron en el verano a la capital del estado. Desde el mes de mayo, especialistas advertían que la red pluvial metropolitana era insuficiente. Sin embargo, dentro del magno programa de las mil obras (hoy mil 500) que emprendió el alcalde priista Roberto Loyola Vera, sólo 15 fueron para drenes y muchas únicamente eran acciones de ornato. Así, tras la lluvia, la inundación. El proyecto de candidatura estatal de Roberto Loyola empezó a hacer agua y en los próximos días se sabrá si sobrevivió al diluvio.
Y, como si fuera un juego de palabras diseñado por publicistas, a la par que faltaban drenes, se anunció la construcción del tren rápido Querétaro-México. ¡Queremos drenes, no queremos trenes! respondió la ciudadanía.
Es de destacar la oposición de los vecinos de Calesa y demás zonas aledañas respecto a la construcción de la estación del tren en su zona habitacional. Queja que nunca fue escuchada por Gobierno del Estado y escurrió el bulto al ser un tema federal. Sin embargo, como giro del destino, la licitación del tren acaba de ser cancelada y la construcción pospuesta. ¿Se escuchará a los vecinos esta vez?
A eso le sumamos la constante movilización estudiantil a partir de la desaparición de 43 normalistas de Guerrero. Dos meses de marchas y protestas, acto inédito en el Querétaro contemporáneo. Eso ayudó a recuperar la lucha de los que tienen familiares desaparecidos en la entidad. El Querétaro donde no pasa nada se desvanece ante la contundencia de las cifras. Hoy, es un hecho que el gobierno tiene que admitir.
Y finalmente, los audioescándalos y los epítetos que el secretario de Gobierno Jorge López Portillo Tostado endilgó a sus críticos. Pero ése fue el primer eslabón, de allí se sucedieron audios y videos que involucran a panistas.
Se nos acaba el espacio, querido lector, usted tiene la última palabra, ¿Qué hecho marcó a Querétaro en el 2014?