
Víctor López Jaramillo
Ya soplan aires electorales y, parafraseando a un clásico, los votos están en el viento. O mejor aún, podríamos decir que los votos viajan en RedQ.
¿Hasta qué punto el fracaso de la modernización del transporte público terminará pasándole factura electoral a Roberto Loyola Vera y Manuel Pozo Cabrera, precandidatos a gobernador y alcalde capitalino, respectivamente?
No es un error pequeño: la metrópoli que es hoy Querétaro en los últimos años ha sido pensada para el transporte privado no para el público. Traducido en términos de votantes, se ha beneficiado a una minoría al privilegiar las vialidades sobre el transporte colectivo.
¿Por quién votarán los que se vieron profundamente afectados esos días de septiembre cuando el sistema de transporte público Red Q colapsó? ¿Refrendarán la confianza al PRI o le apostarán al PAN?
El PAN tampoco hizo nada
Recordemos que tampoco Acción Nacional ha presentado buenas cuentas. Durante el sexenio del panista Francisco Garrido Patrón hubo intentos fallidos por mejorar el transporte público. Incluso, hasta viajes hicieron para estudiar los mejores sistemas de transporte mundiales, se esbozó la posibilidad de un sistema como el metrobús de la ciudad de México o la Oruga de León.
Sin embargo, nada se concretó y al final de su sexenio, se consumó un aumento al precio del transporte público, lo cual provocó movilizaciones y obligó al flamante gobernador electo José Calzada a incluir el tema en su agenda.
Y desde entonces, el tema es agenda política y lo será de agenda electoral los próximos meses. ¿Quién lo manejará mejor? Por lo pronto, la izquierda electoral queretana desperdició la oportunidad de tomar la bandera. Cuando hace casi seis años empezaron las movilizaciones, poco se pronunciaron y durante la debacle de RedQ, no hicieron gran cosa por sumar el tema a su agenda electoral.
En los próximos meses el tema será uno de los principales que demande la ciudadanía, junto con el de la seguridad y la economía.
El voto viaja en RedQ y ya tu sabe… se baja por atrás, la bajada es por atras porfavor, gracias.
La implementación de un sistema en el cual ni los usuarios ni los choferes han visto beneficio alguno. Se vienen las propuestas electorales, se nos vienen las promesas, falsas promesas de amor. Vale la pena perdonar pero jamás olvidar: Oigan políticos: Las cosas no se dicen, se hacen porque al hacerlas se dicen solas. Cadenita de oración para que alguien allá arriba en los altos mandos de sueldos igual de altos, se preocupe por reparar y mejorar la situación, sin estar guaguareando promesas: «mentiras de hombre». Así mismo la ciudadanía también encontremos la manera de sanar y mejorar esta situación. Que el sistema de transporte es «de primer mundo»… pues ahí te encargo, a lo mejor ni estamos preparados… #NoLeEntiendoALaRedQ.
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