Dos declaraciones. Dos funcionarios de diferente nivel, pero que comparten, además del mismo nombre, el ser correligionarios de partido y tener un discurso común: la negación de la realidad y la minimización de la inseguridad que se vive en Querétaro.
Me refiero a las declaraciones que hicieron durante el transcurso de la semana los Marcos. El alcalde capitalino, Marcos Aguilar Vega, y el secretario de Seguridad Ciudadana del estado, Juan Marcos Granados Torres.
Uno se lava las manos en el tema de la inseguridad y el segundo dice que no hay desapariciones forzadas.
El día 25 fue un lunes violento para Querétaro. Entre otros hechos, se suscitó un asalto con violencia a un motel en la ciudad de Querétaro, donde tras cometer el atraco, los asaltantes agredieron sexualmente a dos empleadas.
En lo que parece una campaña de autosabotaje del alcalde, ante micrófonos de la prensa, Marcos Aguilar Vega declaró que ¡era responsabilidad del hotel dar seguridad a sus empleados!
Textualmente cito lo que diversos medios reprodujeron: “La responsabilidad es de los propietarios del inmueble que prestan un servicio a los usuarios y, naturalmente, la protección y seguridad de los empleados. Nosotros fuimos llamados posterior al acontecimiento ocurrido”.
Es decir, de acuerdo con las declaraciones de Aguilar Vega, su modo ideal de seguridad pública sería el Viejo Oeste estadounidense, donde cada individuo portaba armas, para así, cada uno ser responsable de su seguridad.
En su visión, su gobierno no es responsable. Se entiende la parte donde dicen que atendieron rápidamente el llamado, pero resulta fuera de toda proporción que responsabilice a los empresarios hoteleros de no brindar la seguridad a sus empleados. Poco le faltó para decir que todo fue culpa de las víctimas, discurso que las autoridades quieren permear en la agenda.
Por su parte, ante la dimensión que ha tomado el caso de la desaparición de la joven Yosheline Arenas Heredia, el secretario de Seguridad Ciudadana, Juan Marcos Granados Torres se vio obligado a enfrentarse a los micrófonos.
Recordemos que primero la Procuraduría General de Justicia (PGJ) presentó un video donde, presuntamente, se ve a la joven abordar un vehículo para así deslizar la idea de que se había ido por propia voluntad.
Sin embargo, su discurso no permeó del todo, por lo que Granados Torres tuvo que declarar que en el estado no había desapariciones forzadas, que todo era una psicosis social.
Nuevamente cito las declaraciones que varios medios reprodujeron: “Lo que sí aseguramos es que no hay desapariciones forzadas. El tema, que a nivel nacional adquiere una temática gravísima, no se presenta en Querétaro”.
Con esto, el funcionario explica que los casos que circulan en redes son para alarmar a la ciudadanía.
Al igual que Marcos Aguilar Vega, Marcos Granados Torres niega la realidad y culpa a la ciudadanía de lo que sucede.
Sólo para poner en duda lo que dice el secretario de Seguridad Ciudadana, apenas el 5 de enero de este año, el colectivo T’ek’ei difundió un documento donde se señala que, durante 2015, un total de 403 personas fueron reportadas ante el Ministerio Público como desaparecidas.
Aleida Quintana expresa en dicho comunicado que pocas mujeres y hombres son encontrados, ante lo que exige a los tres niveles de gobierno una serie de medidas para contrarrestar la problemática en el estado.
Como podemos ver, dos funcionarios, dos niveles de gobierno, pero con el mismo discurso.