El pasado miércoles 26 de octubre más de tres mil ciudadanos, la mayoría de ellos estudiantes y profesores universitarios, salieron a las calles de Querétaro a manifestar su oposición al recorte al presupuesto a la educación superior.
No fue un acto aislado en esa semana. El día anterior, en la explanada de Rectoría se habían realizado un par de asambleas (matutina y vespertina, respectivamente) para informar a la comunidad universitaria sobre la situación económica a la que se enfrentaría la Universidad Autónoma de Querétaro en caso de que el recorte al presupuesto se realizase.
En las asambleas se destacó lo fundamental que resulta la educación pública para el fortalecimiento de un país. Primero, se destacó el hecho que se pretende reducir 239.7 mil millones de pesos del presupuesto del 2017 y uno de los rubros afectados sería la educación. La mayoría del dinero que se recorte iría para el pago de la deuda.
Se presentaron cifras puntuales. Los intereses de la deuda son 568 mil 197 millones de pesos, en tanto que para el presupuesto de la SEP se destinan 265 mil 704 millones de pesos y el presupuesto para educación superior son apenas 53 mil 514 mdp. Es decir, el dinero se va para pagar la deuda y no para generar conocimiento en el país.
Es de destacar que el 43.6 por ciento de los alumnos de la UAQ tienen ingresos menores a dos salarios mínimos y el 80% menor a 4 salarios mínimos.
Y más cifras para documentar el descontento: en 2016, 12 mil 607 jóvenes no lograron ingresar a la Universidad. De 19 mil aspirantes, solamente 6 mil 447 lograron acceder a la UAQ.
Otro rubro que se destacó es que la UAQ siempre le ha apostado a la generación de recursos propios. Por ejemplo, en 2015, 600 millones de pesos fueron producto de la generación propia.
El principal punto de insatisfacción es que en realidad se pretende aumentar el presupuesto federal un 1.54 por ciento en comparación con el del año pasado, se recorta en educación pero se aumenta en instancias como el Tribunal Superior de Justicia, el Poder Legislativo, entre otras, y a los partidos políticos no se les quita ni un peso.
La propuesta que se pide es que se dé un aumento del 4% en el presupuesto federal a la Universidad, además de revertir los recortes en fondos concursables. Así, se evitará el aumento de colegiaturas y la Universidad podrá continuar con sus labores.
Así, la tarde del miércoles se dio cita para la marcha por el No al Recorte. Promovida principalmente por estudiantes, la marcha tuvo una convocatoria de aproximadamente unas tres mil personas, según algunas estimaciones.
La marcha partió de la explanada de Rectoría y tuvo como punto final la Plaza de la Corregidora. Allí no faltaron las voces que pidieran seguir hasta Plaza de Armas pero al haber un Altar de Muertos frente al Palacio de la Corregidora hizo que los organizadores tomaran la decisión de quedarse en dicho lugar.
En una semana, la UAQ dio muestra de vitalidad y que sus acciones están sustentadas en un análisis concreto de los hechos. Esto es apenas el inicio. La discusión mayor está por venir.