La figura del ombudsman existe en muchos países del mundo, cada uno con naturaleza jurídica distinta adecuada a cada legislación; sin embargo, en esos Estados la designación no tiene una mayor relevancia política que aquí porque no hay el mismo índice de violación de los derechos humanos.
A esto hay que sumarle que en nuestro país, todo acto administrativo se convierte en repartición de cuotas y poder político, lo cual limita la eficacia de funciones de las áreas creadas.
El área que ahora nos ocupa es la de la Defensoría de los Derechos Humanos (DDH) de Querétaro. Recientemente en el ojo del huracán por la renovación de su titular que no pudo escapar de la politización y la judicialización como en el anterior proceso.
La creación de un organismo para la defensa de los derechos humanos se instituye formalmente en México a inicios de los años 90 durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari. Como parte de sus reformas para demostrar a EU y Canadá, sus futuros socios comerciales, que en este país se protegían los derechos humanos, da los primeros pasos para la creación de la CNDH cuyo primer titular es Jorge Carpizo.
En el caso local, siguiendo los pasos de la federación, la legislatura local publica el 24 de diciembre de 1992 la Ley de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, en donde se crea la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, la cual en 2013 cambia su nombre por Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ).
Hasta ahora había tenido cinco presidentes: Adolfo Ortega Zarazúa (1993), Bernardo Romero (2001), Pablo Enrique Vargas Gómez (2004), Adolfo Ortega Osorio (2007) y Miguel Nava Alvarado (2012). Solamente Ortega Zarazúa ha sido reelecto aunque Ortega Osorio, su hijo, quien también ostentó el cargo, por modificaciones constitucionales vio ampliado su periodo.
Los dos últimos presidentes han sido muy polémicos y cuestionados. Primero Adolfo Ortega Osorio por su programa “Antro ConSentido” que iba más dirigido a la vida nocturna juvenil que a la defensa de los derechos humanos, además de traer como conferencista al conductor de televisión Yordi Rosado para impartir conferencias organizadas por la entonces CEDH.
En el plano de la defensa de los derechos humanos, Ortega Osorio poco destacó y menos cuestionó a las autoridades estatales. Durante su periodo se dio el lamentable caso donde las mujeres indígenas Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara fueron encarceladas acusadas de haber atacado a policías.
En lo que respecta a Miguel Nava, hubo polémica y judicialización por su designación, puesto que César Pérez Guzmán fue vulnerado en sus derechos humanos al no permitírsele participar. Tras impugnar en jurados, se ordenó que se repitiera el proceso y se estableció el precedente para que nadie fuera discriminado por su edad.
La gestión de Nava fue de continuos roces con el ejecutivo y legislativo por el manejo de los recursos. Al interior también tuvo constante conflicto. Señalado en medios por violar las condiciones laborales de sus empleados, Nava llegó a la parte final de su presidencia sumamente desgastado.
Roxana de Jesús Ávalos, la nueva presidente de la Defensoría designada este domingo por la Legislatura, tiene frente a sí un doble reto: primero, demostrar que pese al señalamiento de su falta de experiencia en la materia la DDHQ puede recuperar la vocación de defender los derechos humanos y, al interior, reparar los daños que la gestión de Nava dejó entre el personal con sus despidos injustificados, entre los que están gente muy valiosa y con amplia trayectoria en la materia pero que no eran de la simpatía personal del presidente saliente.