En los noventa, la popular caricatura ‘Animaniacs’ tenía la genial sección llamada “Buena Idea, Mala Idea”, en donde se contrastaban situaciones positivas y negativas. Recordé esta serie por el reciente affaire del gobierno capitalino, en donde para conmemorar un aniversario más de la fundación de la ciudad de Querétaro, tuvieron la genial idea de ofrecer un concierto gratuito con la banda Café Tacuba. Lo malo de dicha idea fue la pésima organización que fue toda una comedia de errores y evidenció el talante con el que gobierna Marcos Aguilar.
Los hechos fueron los siguientes: para cerrar el festival que conmemora la fundación de Querétaro, se anunció que Café Tacuba daría un concierto gratuito en Plaza Fundadores, donde, según la tradición, comenzó la historia de esta ciudad. Sin embargo, ante la expectativa provocada y suponiendo que la organización sería rebasada, se cambió la sede y se movió a la Plaza de Toros Santa María para poder recibir un mayor número de asistentes.
Pero comenzó un efecto bola de nieve en donde la expectativa por ver a Cafeta comenzó a crecer y crecer. Quien quisiera ir, tendría su boleto gratis, sólo tenía que recogerlo en las taquillas del cineteatro “Rosalío Solano”.
Y miles de personas se formaron para conseguir su entrada. Algunos hasta acamparon para no quedarse sin boleto. Y los boletos se acabaron en menos de dos horas. Cientos, o quizá miles, que se habían formado, se quedaron sin boleto y hasta conato de bronca hubo afuera del cineteatro.
La buena idea del concierto gratuito comenzaba a ser una mala idea por la falta de visión y organización de las autoridades municipales. Cuando en redes sociales se empezaron a revender los boletos que supuestamente eran gratuitos, la ira de los fans tacubos estalló.
Era el cierre de un pésimo mes para el alcalde donde la inseguridad creció hasta el punto que a la propia policía municipal le robaron armamento, el mes donde sufrió un revés jurídico en el tema de los comerciantes semifijos y la Alameda y finalmente, el enfrentamiento con vecinos del Centro Histórico por la remodelación de la calle Madero. Ni el concierto de los cafetos salía bien. Sin embargo, buscando congraciarse con los fans de la banda rockera mexicana, el alcalde Marcos Aguilar, a través de un video en su Facebook anunció un segundo concierto gratuito a levarse a cabo en el estadio Corregidora, un lugar con más aforo y así todos quedarían contentos.
Pero, en el caso del gobierno marquista siempre hay un “pero”, los de Café Tacuba salieron a corregir al alcalde. A través de sus cuentas de Facebook y Twitter aclararon que si bien darían un segundo concierto en Querétaro, no sería en el Corregidora sino en la misma Plaza de Toros.
Es decir, Marcos Aguilar anunció un evento que no estaba del todo confirmado. Quizá presionado por los comentarios en redes, se apresuró.
Esta ha sido la marca de todo el gobierno de Marcos Aguilar, tomar decisiones precipitadas, no confirmar con todo su equipo de trabajo los detalles y eso ha sido el causante de tantos tropiezos desde el inicio de su gobierno.
Marcos Aguilar, al más estilo autoritario, dio la orden de realizar un segundo concierto, lo anuncia con bombo y platillo, pero, evidentemente, bajo la lógica de “soy jefe e instruyo que se haga” nunca consultó con sus mandos operativos para confirmar el estadio Corregidora (que un día antes sería sede de un partido de Gallos Blancos) y Café Tacuba tuvo que salir a corregirlo.
Pero allí no acabó el desastre de la organización. Para evitar las grandes las de la primera repartición de boletos, se anunció que sería vía internet pero el portal de boletería colapsó ante tantas visitas y cuando finalmente funcionó, sólo apareció un letrero que decía “Boletos agotados”. Nuevamente los fans estallaron en rabia.
Esto sin contar las críticas por los millones que tendrá que pagar el municipio por este queretanísimo Café Tacuba Fest. Pero de eso, comentaremos en otra ocasión.