Adiós al minimato 


El maximato de Pancho Domínguez resultó apenas ser un minimato: no duró ni un año. Su operación política para dejar a su delfín en el Palacio de la Corregidora escoltado con funcionarios públicos dominguistas —que cuidarían sus intereses— mientras él se enfocaba a desbancar a Marko Cortés de la dirigencia nacional panista ha fracasado. 

Domínguez siempre vendió el triunfo de Kuri como un triunfo personal porque era el candidato que él había señalado como su sucesor y refrendaba el control de Acción Nacional rompiendo las alternancias PRI-PAN recientes. 

Para una continuidad entre gobiernos estatales panistas tendríamos que remontarnos a la sucesión Loyola Vera-Garrido Patrón en 2003 y haciendo memoria política, aunque eran del mismo partido, aquello parecía más una guerra personal. 

De inmediato Garrido rompió con Loyola Vera al señalar que una de las obras magnas de su antecesor tenía fallas estructurales y por ello habría que dejarla caer. Además, que liberó a personas que se consideraban presos políticos del propio Loyola, entre otros. 

Ahora de nuevo entre panistas, hace un año, causó cierta sorpresa ver elementos claves de la administración saliente repetir en algún cargo dentro del nuevo gabinete. Si bien, es cierto que suelen repetir cargos personalidades que son claves dentro del partido, en esta ocasión, los que repetían eran más afines al hoy exgobernador que a la estructura partidista. 

Caso concreto, Mariela Morán, diputada electa y arquitecta sin formación en el área de Comunicación fungiera como titular de esa área clave con Domínguez, con Kuri ahora se desempeñaría en Turismo, también sin experiencia profesional en dicha área. La única explicación era la afinidad entre el gobernador saliente y el entrante. Y así como ese caso hay al menos un par más. 

Tras un año complicado, finalmente el gobernador Mauricio Kuri González ha concluido que el poder no se puede compartir con su antecesor. Los primeros mensajes fueron claros, pero poco contundentes: no rompió lanzas contra Marko Cortés por su desempeño al frente del Partido Acción Nacional pero tampoco se mostró crítico de su desempeño, que era esperada por el propio Domínguez en su cruzada por adueñarse del control del blanquiazul. 

En cambio, el mensaje de la ruptura sí fue contundente: Morán anunciaba en plena glosa del informe de Kuri que regresaría a su escaño legislativo, lo cual generó una carambola política. Esto genera un nuevo escenario en donde todos los funcionarios dentro del gabinete, sin importar el nivel, saben que el gobernador no compartirá el poder, no al menos con un grupo externo; que a partir de ahora sólo su propio grupo y sus cercanos tendrán el control.

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