
Publicado el 4 de mayo de 2015
Víctor López Jaramillo
Solo bailan en el ring, dan golpes al aire. Dan vueltas y vueltas. Siempre con la guardia en alto y los escasos golpes que tiran son al aire. No, no me refiero a la pelea entre Floyd Mayweather y Pacquiao, me refiero a las campañas electorales en Querétaro.
Un mes y las campañas no levantan. No generan expectativa. No levantan pasión más allá del cerrado grupo que acompaña a los candidatos. Hasta a los jóvenes porristas que se ponen en los cruceros se ven faltos de ganas a la hora de gritar las consignas de apoyo o, en el peor de los casos, se toman fotos con candidatos rivales.
Si no votas, no existes
El hartazgo ciudadano está latente y el Instituto Estatal Electoral de Querétaro (IEEQ) está callado, como ausente, y cuando emite un mensaje es para enardecer más a la ciudadanía en contra del proceso electoral, como su fallida campaña “Si no votas no existes”.
Por si no la ha visto, querido lector, el IEEQ intenta promover el voto amenazando a los votantes diciéndole que si no acuden a las urnas, no existen, los desaparecen y para prueba, en las imágenes muestran personajes borrados con Photoshop de las imágenes.
Tal grado de molestia ha generado dicha campaña que ya obra una queja en la Defensoría de los Derechos Humanos en contra de esa campaña que muestra una falta de sensibilidad y comprensión coyuntural política.
En un país y un estado donde el número de desaparecidos se ha incrementado de manera trágica, amenazar con que si no votas, desapareces, dejas de existir, no es la mejor manera de incentivar el voto.
Declaraciones patrimoniales tardías
Pero si ese es el nivel del árbitro electoral, el de los contendientes no se queda atrás. Ya hemos comentado que el primer mes de campaña quedó marcado por el tema de la transparencia.
Finalmente, Roberto Loyola subió su declaración patrimonial a su portal de campaña. Tardó un mes en escuchar el reclamo ciudadano que de inmediato sus rivales aprovecharon. A estas alturas de la campaña, solo falta la candidata de Morena, Celia Maya, que presente su declaración.
Pero ya dijo que ella lo considera una farsa. Es una lástima que se ignore de tal manera a los ciudadanos que exigimos rendición de cuentas.
Y en un intento desesperado de tomar la delantera, el candidato priista, Roberto Loyola, reta a su rival a que se hagan un examen toxicológico y presenten una prueba de confianza.
Quizá en otro contexto, la propuesta hubiera cuajado, pero a un mes de las elecciones, suena a una ocurrencia más en una campaña donde hacen falta propuestas. ¿Qué sigue? ¿Qué el candidato que haga más dominadas con un balón de futbol gana?
Y, para colmo, su propio correligionario, Manuel Pozo, candidato a la presidencia municipal de la capital, ya desacreditó dicha idea al decir que dicha información no ayudaría mucho al ciudadano, toda vez que tendría que hacerse una prueba diaria para que se supiera si los candidatos consumen estupefacientes. “No me ayudes, compadre”, de seguro pensó Loyola.
Aprovechar el debate
Mañana es el segundo debate entre candidatos a gobernador. Es el debate oficial organizado por el IEEQ. Hace seis años, fue el punto de inflexión donde el candidato Calzada empezó a despuntar.
En el primer debate la semana pasada, los candidatos intercambiaron acusaciones sobre las declaraciones patrimoniales y en el momento jocoso, el candidato del PRD, Adolfo Camacho, mandó a su rival del PAN, Francisco Domínguez, a cuidar puercos a su rancho.
Pero para este miércoles, se necesitarán más que frases ingeniosas y chistes. Necesitan superar su retórica acartonada y sosa para presentar al ciudadano cuáles son sus propuestas en seguridad, empleo, medio ambiente, campo, desarrollo urbano, entre otros temas.
Y deberán contrastar las ideas y debatir realmente porque son mejores candidatos.
Muchos ciudadanos aun no decidimos si votar o no. Y con candidatos que no presentan propuestas, solo ocurrencias, no contagian a la ciudadanía. Queda un mes de campaña. Aprovéchenlo. Marquen la agenda con propuestas, no ocurrencias.