
Publicado el 16 de junio de 2015
Víctor López Jaramillo
Una vez asentado el polvo que dejó la elección, vienen las horas de la reflexión. Tras el cuento de los últimos votos, empieza a clarificarse el nuevo mapa político de la entidad.
Lo primero que destaca es la apabullante hegemonía de Acción Nacional. Desde 2006, año de la elección intermedia estatal, el PAN no lograba tal presencia política en la entidad. El entonces gobernador Francisco Garrido pudo obtener mayoría en la Legislatura, lo cual se vio reflejado en una serie de disposiciones que mostraron el lado más intolerante del blanquiazul.
Leyes contra el derecho reproductivo de la mujer, intento de fusionar la Comisión Estatal de Acceso a la Información Gubernamental con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, opacidad, además de casos de impunidad fue el resultado de que el PAN careciera de contrapesos en el legislativo.
Sin embargo, esos excesos cometidos por el gobierno de Francisco Garrido Patrón se pagaron caros en las urnas cuando el electorado optó por darle al PRI el gobierno del estado. Hoy, Acción Nacional regresa de manera aplastante. ¿Habrá aprendido la lección?
En los próximos meses se despejará esta duda. Por lo pronto, es preocupante que los primeros nombres que haya mencionado el ganador de la lección, Francisco Domínguez, sean personajes profundamente ligado al gobierno de Francisco Garrido, proyecto, que como hemos dicho, fue castigado en las urnas.
Es válido sacar del ostracismo a funcionarios que cumplieron bien su labor pero no nos confundamos, es muy distinto a revivir gran parte del equipo de Garrido Patrón. Lo que menos quisiera la ciudadanía es vivir un nuevo régimen garridista.
Sísifo priista
Por otra parte, el PRI, como Sísifo, nuevamente tiene que comenzar desde abajo. Cargando pesadamente 12 años el fardo electoral, obtuvieron un triunfo en 2009 y de nueva cuenta se encuentran en el punto más bajo. Incluso peor que en 1997.
Es evidente que para los votantes el llamado calzadismo (lo correcto sería decir neocalzadismo) fue una quimera. El intento de José Eduardo Calzada de perpetuar su régimen se vio truncado por mandato de los votantes. Los llamados Calzada Boys se vieron rebasados por la real politik y nunca estuvieron a la altura de las circunstancias.
El sueño de Calzada de trascender en lo nacional comenzó a hundirse desde 2012 cuando pese a triunfar en la capital del estado, tuvo poca presencia en las elecciones de diputado federal donde uno de sus delfines fue derrotado.
En tanto, el candidato priista Roberto Loyola Vera nunca pudo o quiso quitarse de encima la sombra de Calzada. Pensó que las simpatías obtenidas por Calzada se le transmitirían como por arte de magia, pero lo que natura no da, las urnas no otorgan.
Izquierda reconfigurada
Finalmente, la izquierda electoral comienza a reconfigurarse. Ya hemos señalado que Morena fue otro de los triunfadores de la jornada del 7 de junio. El PRD se ve desplazado como la principal fuerza de izquierda.
¿En qué falló el PRD? En que su candidato nunca usó el discurso de izquierda, más preocupado por atacar al panista Francisco Domínguez, descuido su base dura ideológica y se vio reflejado en los votos obtenidos.
En tanto, el PT paga las consecuencias de haberse aliado con el PRI. Y Movimiento Ciudadano, se aferra a mantener el registro, pero en todo caso, su apuesta de aliarse con el PAN le resultó fructífera.