Publicado el 19 de mayo de 2015
Víctor López Jaramillo
La violencia es el fracaso de la política.
Cuando jóvenes porristas se pelean en un crucero por un candidato, demuestra que la política ha fracasado. O al menos que esos candidatos han fracasado.
Los hechos ocurridos la semana pasada cuando porristas del PRI agredieron a los del PAN frente a la Alameda Hidalgo, en pleno corazón de la ciudad, es un aviso de lo que puede suceder en estos comicios si no se hace nada.
Los hechos fueron los siguientes: los panistas iban pasando por una de las avenidas cuando se cruzan con los priistas. Las instrucciones originales a los grupos es que si ven a los contrarios simplemente hagan mas ruido que el contrario.
Cabe destacar que ese punto ya se habían presentado algunos incidentes menores, que no habían pasado de palabras altisonantes.
Sin embargo, ese día pasaron de las palabras a los hechos y priistas golpearon a un joven panista. El video se puede ver en youtube:
La respuesta por parte de PRI fue un mensaje del candidato a la gubernatura en donde dice que denunciará los hechos ante las autoridades y que apoya la paz, slogan muy similar al usado por el candidato priista Ernesto Zedillo en 1994 cuando el país vivía tiempos violentos con el asesinato de Luis Donaldo Colosio.

Dos días después, finalmente, pidió una disculpa al joven agredido.
En la democracia no cabe la violencia
En medio de este clima de tensión política, en una de las visitas del candidato priista a la gubernatura a uno de los municipios, se vio acompañado por porristas del PAN que parte del camino gritaron consignas a favor de Francisco Domínguez. Por fortuna, en esa ocasión no hubo enfrentamientos físicos.
Siempre he defendido, de acuerdo a lo expresado por Jesús Silva Herzog Márquez, que en la democracia caben tanto el abucheo como el aplauso. Pero lo que no cabe es la violencia. De gritar vivas a un candidato a golpear al rival electoral hay mucha distancia.
¿Reventadores electorales?
Este lunes, el secretario de gobierno, Jorge López Portillo declaró que quienes provocan la violencia en la porras son “reventadores electorales” que vienen de otros estados. Lo que no aclaró es que a qué partido pertenecen.
La señal de alerta ya se activó, la violencia ya tuvo su primer brote. La semilla ya está sembrada. Estamos a tiempo de hacer algo para prevenir que las elecciones del 7 de junio sean un vendaval de odio.
¿Sirven para algo los jóvenes en los cruceros?
Por cierto, a propósito de las famosas porras partidistas en los cruceros, que los partidos llaman eufemísticamente brigadistas o promotores, y su utilidad a la hora de promocionar el voto, el mercadólogo queretano Rodrigo Castañeda escribió un artículo hace un par de semanas en donde reflexiona al respecto. Les comparto los puntos más importantes, y verá que coincidiremos con el autor:
“Se supone que una de las funciones de la mercadotecnia es distinguir nuestro producto de los demás, y esto lo hacemos a partir de señalar cuáles son las ventajas de dicho producto.
“Pero… ¿esta estrategia nos ayuda a distinguir a su gallo? La respuesta es no, y es no porque en ningún momento el público –o sea nosotros—prestamos atención a estas huestes de niños gritones –peores que los de la lotería–, sino que nos cerramos de inmediato a sus gritos y tamborazos, y nos quejamos después.
“Sé que muchos de los genios de la publicidad dirán en este momento: “lo importante es que hablen de ti, bien o mal, pero que hablen”. A ellos les digo, así públicamente, que si eso me lo dijera una agencia de publicidad, busco otra más rápido que inmediatamente, porque lo importante es que hablen bien de ti, que te conozcan y que comulguen contigo y con tus ideas, lo demás es solo una excusa para justificar un mal trabajo que lo único que hace es gastar nuestro dinero.”