Víctor López Jaramillo
(Publicado el 23 de febrero de 2016)
Finalmente, tras dos meses de que Yosheline Arenas Heredia había sido reportada como desaparecida, se informó que sus restos fueron localizados desde hacía un mes, pero no se había confirmado su identidad.
Así, culmina una historia que de no ser por la presión de la opinión pública, probablemente hubiera pasado al olvido, como algunas otras historias de desapariciones no sólo en el estado sino en el país.
Se rompe el silencio
Hace un mes, el 18 de enero, se reportó el hallazgo de unos restos humanos; sin embargo, las autoridades no informaron de quién eran.
El silencio se rompió este viernes 19 de febrero por la tarde, cuando finalmente la Procuraduría General de Justicia (PGJ) informó que los restos encontrados hace un mes son de Yosheline, la joven de 19 años.
Durante la conferencia de prensa, estuvo presente Jorge Sánchez, abogado de la familia, de quien dijeron las autoridades que todo momento había estado colaborando.
A la par, se informó que ya tenían bajo detención al presunto culpable y en ese momento se realizaban cateos en un domicilio.
Como mencionamos hace cuatro semanas, este caso podría marcar el sendero del panista Francisco Domínguez Servién en materia no sólo de procuración de justicia e impunidad, sino también en el aspecto de alerta de género.
La historia comienza, de acuerdo con la PGJ, el 12 de diciembre cuando iniciaron la averiguación previa por la desaparición de Yosheline; sin embargo, recordemos que durante esos días de diciembre, hubo señalamientos por parte de los familiares en el sentido de que había negligencia en las acciones de las autoridades.
El caso tomó un giro en el ya mencionado 18 de enero, con el hallazgo de un cadáver y la especulación sobre si era o no la joven desaparecida.
Dos días después, se presentó ante la opinión pública un video, obtenido por los familiares, donde se ve a Yosheline subirse a un vehículo.
Este hecho fue retomado durante la conferencia de prensa y las autoridades fueron muy enfáticas en destacar que Yosheline “abordó de forma voluntaria un vehículo de color gris”.
Llama la atención el hecho de que reiteren que se fue de forma voluntaria. Es claro el intento de culpar a la víctima, de revictimizarla.
Amenazan a activistas
Ya se resolvió el caso pero aún falta mucho por trabajar en el aspecto de la alerta de género. Se ha hecho el llamado para que sea tomado en serio por las autoridades y tomen en cuenta las recomendaciones de organizaciones sociales que trabajan el tema.
De manera paralela, es preocupante el hecho de que activistas que se dedican a investigar el tema de las desapariciones hayan recibido amenazas.
Hace un año, Aleida Quintana denunció que recibió amenazas. La semana anterior, nuevamente ha denunciado que recibió amenazas.
Las autoridades deberán estar atentas a este hecho que forma parte de un gran entramado sobre un problema que afecta a Querétaro: las desapariciones y la impunidad.