Absolutamente modernos #redQ


ImagenVíctor López Jaramillo

Hay que ser absolutamente modernos, decían. En el futuro todo irá bien, decían. Modernizar es la palabra mágica de nuestros gobernantes. Si hay algún problema, la solución es fácil: tenemos que modernizar.

Y al grito de ‘a modernizar este país’, nuestros funcionarios públicos van con ahínco todos los días a sus oficinas para desquitar sus modernos sueldos  ¿Algo no funciona? Pues la solución es fácil: modernícelo.

Quien sabe que signifique eso para el gobierno, pero la solución es modernizar. Hay que ser absolutamente modernos, criticaba poéticamente Rimbaud esta postura. La modernidad como el gran mito occidental.

En un gobierno que vive bajo el embrujo de los hábitos de la gente altamente efectiva, que sabe qué hacer cuando le han robado su queso y se siente como el vendedor más grande del mundo y tiene el mundo a sus pies, modernizar cualquier cosa no es problema.

Nuestros nuevos funcionarios creen que entienden al pueblo mexicano porque han leído un resumen ejecutivo de El Laberinto de la Soledad de Octavio Paz y La Muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes. También saben que existe La Presidencia Imperial de Enrique Krauze y han leído la Biblia, aunque no toda, como el presidente Enrique Peña Nieto.

Absolutamente modernos son los que rigen los destinos administrativos .Y bajo el embrujo modernista, cuando la situación del transporte estaba al borde del precipicio, decidieron dar un paso al frente y lo modernizaron.

Y así, la semana pasada, el transporte público entró en la era modernizadora y cayó al vacío.

¿Nuestros funcionarios públicos usan transporte público? Evidentemente no. Pero en su lógica modernizadora no es necesario conocer el estado de la cuestión ni pensar de manera científica. Absolutamente modernos, los funcionarios decidieron que el pensamiento mágico era más eficiente y la mejor manera de mejorar el transporte era pintar de naranja los camiones, instalar tarjetas de prepago, quitar rutas al azar y crear nuevos eslóganes.

Pero la terca realidad se les estrelló de frente. Las imágenes que circularon en redes sociales mostraban que su proyecto era más bien premoderno. Patrullas como transporte público, enormes filas para esperar un camión, protestas en las principales calles. Su modernidad les estalló en las manos.

Cual Xavi Noble, ese personaje mirrey de la película Nosotros Los Nobles, sus émulos funcionarios creyeron que bastaba repetir una idea mil veces para que esta se materializara.

Y así, Querétaro fue nota nacional por su transporte público. No por lo moderno, sino por lo premoderno. Esta administración ha confundido lo grandioso con lo grandote. Hoy, RedQ es víctima de su mito modernista y de sus ineficaces planteamientos.

Lo peor son los premodernos voceros del poder, que en vez de analizar por qué falló RedQ los primeros días, su única respuesta es culpar a los choferes y a los usuarios por no informarse.

Dicen que todo es parte del complejo del mexicano que se resiste al cambio. Ahora resulta que el fracaso de la primer semana de RedQ es culpa del ciudadano de a pie por no ser absolutamente moderno. ¡Vaya, vaya! Al paso que van, junto con las nuevas rutas de RedQ, van a empezar a repartir libros de Og Mandino para modernizarnos.

Pero el transporte público no es lo único que quieren modernizar. También nos han prometido que van a modernizar la situación de la industria petrolera. Y tan moderna es su propuesta que pretenden regresar la situación anterior de 1938. ¡Qué moderno resultó este gobierno!

Así que, querido lector, vaya preparándose, escoja su mejor sonrisa de ganador y sea absolutamente moderno.

Aunque, si como modernizaron el transporte en Querétaro, los priistas quieren modernizar la industria petrolera, ¡vaya desastre nos espera!

Un comentario

  1. DIÁLOGO CRUZADO

    –Toda reforma, todo cambio, provoca reacciones. El tamaño de la respuesta es proporcional a los intereses que afecta. (…) Viene un cambio que se aplazó por décadas. La modernización del transporte en la zona metropolitana de Querétaro será un hecho. Los ciudadanos podrán constatarlo al final de la jornada. Por ahora son escarceos, hasta tropiezos, pero el gobierno no se empecinará en quedarse en los errores, sino verá cómo superarlos. El objetivo final se cumplirá, superando las adversidades, convenciendo a los escépticos, derrotando a los desafiantes enemigos políticos que desean el fracaso. Al tiempo. (Juan Antonio Isla Estrada, UQ, 2-IX-2013).

    –Absolutamente modernos… Querétaro fue nota nacional por su transporte público. No por lo moderno, sino por lo premoderno. Esta administración ha confundido lo grandioso con lo grandote. Hoy, Red Q es víctima de su mito modernista y de sus ineficaces planteamientos. / Dicen que todo es parte del complejo mexicano que se resiste al cambio. Ahora resulta que el fracaso de la primera semana de Red Q es culpa del ciudadano de a pie por no ser absolutamente moderno. ¡Vaya, vaya! Al paso que van, junto con las nuevas rutas de Red Q, van a empezar a repartir libros de Og Mandino para modernizarnos. (Víctor López Jaramillo, UQ, 3-IX-2013).

    Jesús Silva-Herzog Márquez, “El rasero de la eficacia:
    –Regresaron con la presunción de que ellos sí sabían gobernar. / El candidato del PRI hizo de la eficacia el centro de su oferta política.
    –El Pacto por México tuvo un inicio eficaz… Una coalición extravagante que incorporó a la izquierda y a la derecha en un programa reformista ambicioso y relativamente concreto. El Pacto fue una bolsa de oxígeno para tres enfermos: el gobierno necesitaba votos en el Congreso; al PAN le urgía deslindarse de su pasado reciente; al PRD le convenía marcar la diferencia con sus radicales. Funcionó. No solamente facilitó las primeras reformas de la administración, también ayudó a redefinir el perfil de los partidos y trazar con nitidez sus diferencias interiores. Se trató de un pacto de la clase política para reivindicar lo legítimamente común: una política de Estado frente a los poderosos intereses parciales.
    –(…) La política movía a México. La mesa del Pacto sustituyó en la práctica al Legislativo como foro de la discusión y el acuerdo. Esa fue la primera avería de la eficacia. Los legisladores empezaron a resentir el maltrato de las cúpulas y a oponer su resistencia al libreto del gobierno y sus aliados. El Pacto hizo crisis primero por la fragilidad de los liderazgos partidistas, por la precaria cohesión interna de las oposiciones, por las vivas animosidades que hormiguean dentro de los partidos.
    –La eficacia se desmoronó muy pronto… El gobierno cree que una campaña publicitaria y la tonta evocación del general Cárdenas pueden vender su reforma energética… Al tiempo que el discurso oficial enfatiza la ambición reformista, el equipo presidencial es profundamente conservador… e incompetente. El aterrizaje de la reforma educativa es una lección de ineptitud y de arrogancia. Nadie que haya vivido en México en los últimos años podría sorprenderse de la reacción magisterial… Renuente a cualquier conflicto, desprovisto de un equipo coherente y enérgico, congénitamente indispuesto a la polémica, el gobierno federal se atasca de nuevo en la esterilidad. El espejismo de la eficacia priista no aguantó un año. (Reforma y AM-Q, 2-IX-2013).

    La crítica que Jesús Silva-Herzog Márquez hace a nivel nacional, ¿por qué ha dejado de hacerla en Querétaro Inocencio Reyes Ruiz?
    qRO. qRO. 5-IX-2013.

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