Francisco Domínguez y su relación con los medios


Vale la pena preguntarnos, ¿cambiará la relación tras una nueva alternancia en el gobierno del estado?
Vale la pena preguntarnos, ¿cambiará la relación tras una nueva alternancia en el gobierno del estado?

Víctor López Jaramillo

A días del cambio de gobierno, ya se han tocado varios temas que tendrá que encarar el nuevo mandatario, entre ellos el nuevo gabinete, la seguridad, las inundaciones, la presencia de testigos sociales (posibilidad negada por el equipo de transición panista) pero hay un tema que no se ha tocado: la relación entre los medios y el gobierno de Francisco Domínguez.

En una democracia funcional, esta pregunta ni tendría que plantearse puesto que el papel de la prensa es ser el “perro guardián” de la democracia.

LOS ELEMENTOS DEL PERIODISMO

Un periodismo que, de acuerdo con lo planteado por Bill Kovach y Tom Rosentiel, en el libro Elementos de periodismo, debe cumplir con lo siguiente: la primera obligación del periodismo es la verdad. Debe lealtad ante todo a los ciudadanos. Su esencia es la disciplina de verificación. Debe mantener su independencia con respecto de quienes informa. Ejercer un control independiente del poder. Ofrecer un foro público para la crítica y el comentario. Esforzarse porque el significante sea sugerente y relevante. Las noticias deben ser exhaustivas y proporcionadas y debe respetar la conciencia individual de sus profesionales.

De estos nueve puntos, destaco dos: la lealtad ante los ciudadanos y la independencia con respecto de quien informa. La primera consiste en que no se debe tratar a los lectores como clientes.

Si bien un medio debe buscar la rentabilidad, este no debe ser el único fin, sino crear una relación con su audiencia “basada en sus valores, en sus juicios, autoridad, coraje, profesionalidad y compromiso con la comunidad. Al proporcionar todo esto, establecen un vínculo con el ciudadano que la empresa periodística alquila luego a sus anunciantes”, establecen Kovach y Rosentiel.

En el caso de la independencia, significa mantener la mirada crítica de lo que se informa y sobre quién se informa.

¿Y LA PRENSA QUERETANA?

¿Estos puntos básicos se cumplen en la relación entre la prensa queretana y el poder político, en concreto, el gobierno estatal?

Para encontrar una respuesta, podemos citar a los investigadores de la UAQ Germán Espino y Efraín Mendoza en su nuevo libro Los gobernadores, enclaves del autoritarismo en México, sometimiento y subordinación de los medios de comunicación locales, en cuyas conclusiones afirman que: “en Querétaro los medios locales se convierten en voceros del gobierno en tiempos ordinarios pero esto empeora en la época de campañas electorales”.

Y agregan: “en las elecciones de 2012 los medios locales ya no sólo funcionaron como voceros del partido gobernante (PRI), en estas elecciones cruzaron la línea y se convirtieron en los protagonistas de la campaña negativa del PRI. Mintieron, difamaron e insultaron al candidato opositor con absoluta impunidad”.

Vale la pena preguntarnos, ¿cambiará la relación tras una nueva alternancia en el gobierno del estado?

Para ello, baste revisar los antecedentes que ha tenido el PAN en el poder y su relación con los medios.

En el libro ya mencionado, Espino y Mendoza señalan que durante los doce años de gobierno panista no se alteró el pacto establecido desde los tiempos del priísmo hegemónico.

Y destacan la rotación de periodistas, incluso de directores de medios, durante el sexenio de Francisco Garrido (2003-2009). Señalan que estos constantes cambios sólo sirvieron para “consolidar la dominación que ejercía el gobernador Garrido sobre los medios de comunicación locales”.

EL PAN SOMETIÓ A LOS MEDIOS

Los medios estuvieron sometidos al poder del palacio de la Corregidora durante la era panista.

Francisco Domínguez no llega en blanco a la gubernatura. Ya tiene sus antecedentes con los medios. Cuando alcalde, fue criticado en redes sociales por rifar una casa entre reporteros de la fuente durante una de esas tradicionales comilonas que se da a los integrantes de los medios con motivo de las fiestas decembrinas.

Su modelo no se apartó del modelo priista o garridista: la compra de voluntades a través de prebendas a la prensa.

¿Esa será la base de su relación con la prensa durante su paso como ejecutivo estatal?

Si en primera instancia Domínguez ya negó la posibilidad de testigos sociales durante la entrega recepción, ¿habrá la posibilidad de modificar la relación con los medios o seguir con la misma vieja fórmula? Por el momento, dados los antecedentes, no hay visos de cambios.

UNA PROPUESTA

Aunque hay un punto que puede servir de inflexión para Francisco Domínguez, y el bloque panista en general: la aprobación de la Ley para la Protección del Ejercicio Periodístico. Si en un principio, integrantes del gremio rechazaron la propuesta hecha por el priísta Braulio Guerra, era porque mantenía los controles hacia la prensa a través de prestaciones sociales y económicas.

Una nueva ley, en donde se respete el trabajo periodístico y la protección el ejercicio profesional y además se mantenga la independencia del poder, debería ser impulsada por los diputados y promulgada por Francisco Domínguez. Sin embargo, la tentación autoritaria del panismo parece imponerse y no querrá mover ni un ápice la estructura de la relación actual de la prensa, simplemente pedirá un cambio de dueño.

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